Cosmética natural para el contorno ocular
La pequeña superficie de piel que rodea nuestros ojos presenta unas características que la hacen particular y que condicionan la necesidad de cuidados cosméticos específicos. En este artículo conocerás ambos aspectos.
Características de la piel del contorno ocular
En el contorno del ojo, la piel es mucho más fina, presentando un espesor que es la mitad del que encontramos en el resto del rostro.
Por otro lado el número de glándulas sebáceas productoras de grasa es mucho menor que en el resto del rostro, por lo que esta zona presenta con frecuencia sequedad.
La sequedad a este nivel hace que el contorno ocular sea más sensible frente a aspectos como la deshidratación y se encuentre más desprotegido frente a aspectos ambientales adversos.
Es también la sequedad y el escaso grosor de la piel, unidos al hecho de que probablemente sea la zona del rostro con la que más gesticulamos, hace que se trate de un área propicia para la aparición de arrugas, más conocidas como “patas de gallo”
Éstas pueden aparecer incluso a edades tempranas, siendo las pieles secas mucho más proclives. Aparecen como finas líneas de expresión que se marcan por la constante gesticulación con esta parte del rostro, y con el paso del tiempo se vuelven más y más profundas.
Otro aspecto, desconocido por la mayoría, es que el pH de la piel en esta zona es distinto del pH del resto del rostro.
Mientras que en el resto de la piel el pH se sitúa entre 5 y 5,5 (pH ácido) aquí la piel presenta un pH cercano a la neutralidad o neutro, situándose entre 6,8 y 7.
Este hecho condiciona la existencia de fórmulas cosméticas específicas para esta zona, ya que la aplicación de productos cosméticos formulados para el rostro en el contorno ocular puede provocar irritaciones de la zona más o menos severas.
Todas estas características hacen que los cuidados cosméticos se adapten a estas particularidades.
Cuidados cosméticos naturales para el contorno de los ojos
A la hora de elaborar nuestra propia cosmética para el cuidado de esta zona debemos centrarnos en: Combatir la sequedad, hidratar, ayudar a regenerar la piel, mejorar la circulación en esta área y calmar las posibles irritaciones.
Combatir la sequedad
La escasa producción de grasa en esta zona hace que incluso las pieles grasas o mixtas se puedan permitir aplicarse cremas de textura más rica que en el rostro.
Aceites vegetales como el de aguacate, que además de nutrir mejora la microcirculación, el de oliva o la manteca de karité resultan útiles para nutrir esta zona, aportando suavidad y elasticidad a la piel.
Hidratar
En la medida en que reparemos la barrera lipídica nutriendo la piel, ésta estará mejor hidratada, pero aun así no está de más la incorporación en las emulsiones de zumo de Aloe vera, extracto de raíz de bardana o de malva.
Ayudar a regenerar la piel
Este gesto implica impulsar la síntesis de colágeno y elastina, por parte de unas células llamadas fibroblastos presentes en la dermis (La capa media de la piel)
El colágeno y la elastina son dos proteínas que contribuyen a aportar firmeza y elasticidad respectivamente a la piel. Es la falta de elasticidad, unida a la sequedad y a la deshidratación, la que propicia la aparición de arrugas, tanto en el contorno de los ojos como en el resto de áreas.
En este sentido, la incorporación en los productos cosméticos de extractos de centella, bulbo de lirio o alga laminaria digitata entre otros, resultan de gran utilidad.
Mejorar la circulación sanguínea
El contorno ocular es especialmente proclive a presentar un aspecto congestionado cuando no hemos dormido bien o estamos estresados.
Esta congestión se traduce en aparición de ojeras y bolsas, aunque éstas últimas pueden tener otro origen que comentaré en otro artículo.
Durante mucho tiempo y aún en la actualidad, aunque cada vez menos se ha pensado en las moléculas vasoconstrictoras como la cafeína, como una “solución” cosmética para disminuir bolsas y ojeras.
En mi opinión una molécula vasoconstrictora contribuye a generar más congestión e hinchazón en la zona, siendo más eficaz recurrir a activos vegetales que favorezcan la circulación a este nivel.
El extracto de Ginkgo biloba o de corteza de Castaño de Indias son idóneos en estas circunstancias.
Calmar las posibles irritaciones
Como ya he comentado con anterioridad, la sequedad y el escaso grosor de la piel en esta área determinan que la piel esté desprotegida y sea más sensible.
Es por ello que los activos vegetales con acción calmante se imponen como ingredientes obligados en los productos dirigidos a las pieles más sensibles.
En este campo extractos como el de caléndula, manzanilla, árnica, avena o malva deberían ser un “must” en los cosméticos que elaboremos.
No quiero finalizar este artículo sin antes hacer referencia a la limpieza de esta delicada zona.
¿Con que limpiar la piel del contorno ocular?
La limpieza de esta zona, tanto si nos maquillamos como si no, debe de hacerse con productos cuyo pH (parámetro que mide la acidez o la alcalinidad de un medio) esté ajustado al pH de la piel del contorno ocular, porque de no ser así, lo más probable es que suframos irritaciones, escozor y lagrimeo.
En el caso de que se incorporen en la formulación tensioactivos naturales, éstos deben ser lo más suaves posible.
Las aguas micelares, también son una buena opción para limpiar esta delicada zona, ya que son capaces de ofrecer una limpieza en profundidad sin agredir la piel.
Para las pieles que acusen una mayor sequedad, las leches limpiadoras de textura rica son una buena opción
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